EL TRIÓDION - 1ER. DOMINGO - DOMINGO DEL FARISEO Y EL PUBLICANO


PRIMER DOMINGO DEL TRIÓDION
DOMINGO DEL FARISEO Y EL PUBLICANO


Nótese que, la fiesta del día que coincide con el
Gloria… - Tono Octavo
domingo será celebrada, la tarde del viernes,
durante la Oración de Antes de Dormir, salvo que
¡Oh Señor Todopoderoso!
es de un santo mayor. En este caso tendrá su
¡Quizás supiese cuán pueden las
propio Tipikón.
lágrimas! Porque ellas arrebataron
GRANDES VÍSPERAS
a Ezequías de las puertas de la
muerte y salvaron a la mujer peca-
Después Del Salmo Vespertino y sobre “Oh Se-
ñor a Ti he clamado...” serán retenidos Diez
dora de sus arraigadas transgresio-
Stíjos y serán cantadas Siete Estijéras para el
nes; Pero al publicano, le
Tono de la Resurrección. (Ver Octoijós)
justificaron más que al fariseo. Te
Y las siguientes Dos Idiomálatas repitiendo la
imploro, pues, cuéntame entre ellos
primera:
teniendo piedad de mí.
Tono Primero
Ahora...
No oremos, hermanos, como el
Del Tono de la Resurrección
fariseo, porque aquel que se ensal-
(Ver Octoijós)
za será humillado. Humillémonos
EL ISODÓN
pues ante Dios sometiéndonos; Y “Oh Luz Radiante de la Gloria…”
exclamémosle por medio del ayu-
(Ver el Oficio de las Vísperas)
no, como el publicano, diciendo:
PROKÍMENON
“Perdónanos Oh Dios, a nosotros
El Prokímenon común de todos los sábados
los pecadores.”
Tono Sexto
Se repite
El Señor reina, de majestad vestido.
(Salmo 92 “93”: 1)
¡Oh Único Soberano! Cuando
Que se repite detrás de cada Stíjo
se acercaron a Ti; el fariseo, vencido *El Señor vestido, ceñido de poder.
por la vanagloria y el publicano
(Ídem)
doblegándose por el arrepenti-
*Y el orbe está fijado, no vacila.
(Ídem)
miento; el uno al enorgullecerse fue
privado de todos los bienes; Y el
otro, por su silencio mereció los
dones. Confírmame, pues, con es-
tos suspiros, Oh Cristo Dios, como
eres Amante de la humanidad.

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Sacerdote o Diácono:
LA EKTANÍA

“La Súplica Ferviente...” y después de “Haz-
nos dignos, Oh Señor…” “Completemos
LOS MAITINES
nuestras súplicas vespertinas…” luego la
Después de los Seis Salmos Matutinos, y sobre
exclamación del Sacerdote: “Bendito y Glorifi-
“Dios es el Señor...” serán cantados los mis-
cado sea el Poder de Tu Reino...”
mos Troparios como en las Vísperas.
(Ver el Oficio de los Vísperas)
Las Katísmatas, las Evlogitarias, el Ipakoí,
L
el Anávtemi y el Prokímenon del Tono indi-
AS APOSTÍJAS
cado de la Resurrección. El Evangelio Matu-
Las Estijéras son del tono de la Resurrección
tino de la Eotina seguido por “Como hemos
Gloria... - Tono Quinto
visto la Resurrección de Cristo...” y el Salmo
50.
Pesándome los ojos a causa de
Y directamente:
mis transgresiones, no puedo fijar
Gloria... - Tono Octavo
mirando el horizonte del cielo. Pero
¡Ábreme las puertas del arre-
Tú, Oh Salvador, acéptame, peni-
pentimiento, Oh Dador de la vida!
tente como el publicano y ten pie-
Porque, de madrugada, mi alma se
dad de mí.
apresura hacia el Templo de Tu
Ahora... - Tono Quinto
Santidad, acercándose en el templo
¡Oh Virgen Venerabilísima! Tú de mi cuerpo, enteramente profa-
eres el Templo, la Puerta, el Palacio nado. Pero, como eres Compasivo,
y el Trono del Rey; Por quien apa-
purifícame por la compasión de
reció, a aquellos que están en las Tus Piedades.
tinieblas, el Sol de la justicia: Cristo
Ahora... - Mismo Tono
el Señor y el Libertador. Quien qui-
¡Facilítame los caminos de la
so iluminar a aquellos que Él había salvación, Oh Madre de Dios! Por-
formado, a Su imagen, con Sus pro-
que, he profanado mi alma con pe-
pias Manos. Pues, como posees un cados horrendos y he consumido
privilegio materno ante Él, no ceses toda mi vida con la pereza. Pero,
de interceder, Oh Alabadísima, por por Tus Intercesiones, purifícame
la salvación de nuestras almas.
de toda impureza.
LOS TROPARIOS
Tono Sexto
1- Del Tono de la Resurrección.
Tenme piedad, Oh Dios, según
2- Gloria - (Se repite)
Tu Amor, por Tu inmensa Ternura
3- Ahora… - Para la Soberana
borra mi delito.
Y directamente
APÓLISIS
Cuando medito en las multi-
La Conclusión Común del Oficio de los domingos
tudes de mis obras malas; tiemblo,
(Ver el Oficio de las Vísperas)

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yo miserable, considerando el te-
Señor; Apiádate, pues, de mí, que
mible Día del Juicio. Pero confian-
con la humildad atravieso ahora el
do en la ternura de Tu Compasión, camino de la vida.
como David a Ti exclamo: “Tenme
Para la Soberana
piedad, Oh Dios, según Tu Gran
Ante Ti, Señora, yo he puesto
Misericordia.”
la voluntad, la opinión, la esperan-
EL CANON

za, el espíritu, el cuerpo y el alma;
Primero de la Resurrección, luego del Triódion
Rescátame, pues, de los enemigos y
Por el Señor Jorge - Tono Sexto
las tentaciones penosas y sálvame
ODA PRIMERA
de la amenaza venidera.
Para convocar a todos a la rec-
ODA TERCERA
titud en la vida, con parábolas,
El humilde se eleva del sumi-
Cristo manifestó al publicano as-
dero y de las pasiones; Mas todo
cendiendo, por medio de la humil-
orgulloso de corazón caerá mala-
dad, pero al fariseo, lo reveló mente de lo alto de las virtudes.
humillado a causa de la altivez.
Huyamos, pues, lejos de la mala
Contempla los honores que naturaleza.
elevan, los adquiridos por la humil-
La vanagloria evacua la rique-
dad, y la mala caída, como resulta-
za de la justicia, mas la humildad
do de la altivez; Asemeja, pues, la esparce la multitud de las pasiones.
bondad del publicano, y rechaza Manifiéstanos, pues, Oh Señor, se-
lejos de ti la maldad farisaica.
mejando la humildad del publica-
Por la ignorancia se evacua to-
no, y considéranos de su grupo.
da bondad y por la humildad, se
golpeemos nuestros pechos,
corta todo mal; Abracémosla, pues, como el publicano y exclamemos
Oh fieles, rechazando públicamente con humildad, diciendo; “¡Perdó-
la naturaleza de la vanagloria.
nanos, Oh Dios nuestro, a nosotros
Cuando el Rey de todos quiso pecadores, para que así como él re-
que Sus discípulos sean de humilde cibiéramos la remisión y el per-
voluntad, los predicó en asemejar dón!”
los suspiros y la humildad del pu-
Apresurémonos, Oh fieles, al
blicano.
arrepentimiento, gobernados por la
Yo suspiro como el publicano, mansedumbre, viviendo humilde-
y con los incesantes llantos me mente, con el suspiro del corazón,
acerco ahora de Tu Compasión, Oh

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las lágrimas y la oración, para que
Acepta, pronto, las súplicas de
nos sea otorgado el perdón de Dios. los que se apresuran hacia Ti, Oh
Apartémonos, Oh fieles, de la Purísima; Y anula sus tentaciones,
costosa altivez, la mala ignorancia, cortando las maquinaciones de los
la jactancia rechazable y la dureza incrédulos, alzadas sobre Tus sier-
del fariseo muy abominable ante vos y quebranta su emprendimien-
Dios.
to.
Para la Soberana
ODA CUARTA
Habiendo acudido a Ti, por
Único Refugio, no seré avergonza-
Cuando se humilló hasta ser
do en mi buena esperanza. Pero semejante a un siervo, el Verbo
espero obtener Tu Apoyo, Oh Purí-
había revelado que la humildad es
sima, siendo salvado del mal de un buen camino hacia lo alto; Por lo
todas penosas tentaciones.
tanto, Quizás se enalteciera, con la
humildad, todo aquel que supiera
KATÍSMATA - Tono Cuatro
asemejar esto.
La humildad elevó al angus-
El justo se enalteció y el fariseo
tiado publicano a causa de la ini-
calló en la multitud de las malda-
quidad, cuando suspiró
des y se humilló por enorgullecer-
exclamando al Creador: “¡Perdó-
se; Pero el publicano justificado ha
name!”; Pero la altivez bajó al des-
sido enaltecido, cuando no lo espe-
graciado fariseo del rango de la raba.
justicia, cuando se enalteció y se
enorgulleció. Semejemos, pues las
La necedad probó ser una cau-
bondades y apartémonos de las sa de la pobreza de la riqueza de
malicias.
las virtudes; Pero la humildad ha
Gloria - Mismo Tono
acumulado la justicia de la absoluta
pobreza; Adquirámosla, pues, to-
La humildad, elevó antigua-
dos.
mente al publicano y le justificó,
cuando con llantos exclamó: “¡Per-
Anticipaste, Señor, y dijiste
dóname!”. Semejémosle, pues Oh que negarás a los orgullosos de co-
todos los caídos en el abismo de las razón, otorgando a los humildes Tu
maldades y exclamemos de lo pro-
Gracia, Oh Salvador. Y como nos
fundo del corazón: “¡Hemos peca-
hemos humillado ahora, envíanos
do; Perdónanos, pues, Oh Único Tu Gracia.
Amante de la humanidad!”
Para elevarnos siempre hacia
Ahora... - Mismo Tono
las Alturas Divinas, el Señor y Sal-

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vador, manifestó la humildad, ele-
mos a Dios un espíritu contrito,
vación; Porque con Sus propias suplicando el perdón de nuestros
manos lavó los pies de los discípu-
pecados.
los.
¡Venid con mente firme, apar-
Para la Soberana
temos de nosotros la destructora,
Como eres la Madre de la abominable y mala actitud de la
Luz
altivez, orgullo y osadía del fariseo,
para que no seamos despojados de
Inaccesible; Dispersa, Oh Virgen, la Gracia Divina!
con Tus Resplandecientes Rayos, la
oscuridad de mi alma y guía mi
Para la Soberana
vida en la senda de la salvación.
Extiéndenos una vara de po-
der, Oh Bondadosa, a nosotros, que
ODA QUINTA
acudimos a Ti, danos a dominar en
Venid, fieles, apresurémonos a medio de nuestros enemigos y sál-
semejar las virtudes del fariseo y vanos de todo mal.
contrariar la humildad del publica-
no, despreciando lo malo encon-
ODA SEXTA
trado en ambos, es decir la necedad
El fariseo y el publicano lucha-
y la impureza de las transgresiones. ron juntos en el campo de la vida.
El fariseo ha sido revelado se-
El uno, al retirarse por la ignoran-
guidor de una autoridad vacía de cia y la necedad, se hundió horren-
justicia, porque acopló la altivez damente; Y el otro, por la humildad
con ella. Más el publicano, al tomar se salvó confiado.
la humildad por compañera de la
transitemos el camino de la
virtud que eleva, ha sido revelado vida en la piedad, semejemos los
como la oposición a ello.
pensamientos del publicano, que
El fariseo se había considerado son dignos de imitar; Y huyamos
cabalgando el carruaje de las virtu-
escapando de la altanería rechaza-
des; Pero el publicano, cuando se ble del fariseo, para vivir eterna-
apresuró caminando en pos de él, mente.
lo sobrepasó adelantado al acoplar
Semejemos la actitud de Jesús
la humildad y la sumisión.
el Salvador y Su Humildad, noso-
Venid, meditemos todos en la tros los que deseamos obtener el
parábola del publicano; Semejé-
júbilo sin fin y privilegio de habitar
mosle con las lagrimas y ofrezca-
en la morada de los vivientes.

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Cuando Te ceñiste con una adorándole! Porque Él es nuestro
toalla y lavaste los pies de Tus dis-
Señor y quiere la salvación de toda
cípulos puros, les aclaraste la altura la humanidad. Y Él otorgará el
de la humildad, y les enseñaste en perdón a todos los arrepentidos;
equiparar esta virtud.
Pues, para nosotros, se ha encarna-
El fariseo, con las virtudes pa-
do, siendo el Dios Eterno junto al
só su vida; Y el publicano con las Padre.
iniquidades. Aquel recibió el des-
Íkos
precio de recompensa por la alti-
¡Humillémonos todos, Oh
vez; Y éste, al manifestarse de hermanos, Y con suspiros y llantos
humilde voluntad ha sido enalteci-
reprendamos nuestras conciencias!
do.
Para que allí, en el Día del Juicio
Para la Soberana
Eterno, apareciéremos sin culpa
alguna y recibiéramos el perdón;
Cuando, en la inocencia des-
Porque allí está el descanso verda-
nudo nací, y sin falsedad anduve; dero, que debemos suplicar para
El enemigo me vistió de la maldad, alcanzar verlo en el maravilloso
la astucia y la densidad de cuerpo; Edén, donde no hay dolor ni triste-
Pero ahora, por Ti, Oh Doncella, za ni angustia y cuyo Creador es
seré salvado.
Cristo, siendo el Dios Eterno junto

KONTAKIÓN, ÍKOS, SINAXÁRION
al Padre.

Sinaxárion
Después de leer el Sinaxárion del día celebrado,
Después de cantar el Kontakión y el Íkos del Tono
será leído el Sinaxárion del domingo:
indicado de la Resurrección serán cantados los
siguientes
En este día celebramos la con-
Kontakión - Tono Cuarto
memoración de la Parábola del Fa-
Huyamos de las palabras del riseo y el Publicano, citada en el
Fariseo orgulloso; Y con los suspi-
Honorable Evangelio.
ros aprendamos la humildad del
(Stíjo1º) Si te asemejas al Fariseo,
Publicano, exclamando al Salvador: huye lejos del templo. Porque
“Per-dónanos, Tú que eres la Única adentro está Cristo, ante Quien, so-
Verdadera Reconciliación”
lamente la humildad será aceptada.
Otro - Tono Tercero
(Stíjo 2º) Tú, Que eres el Creador
¡Venid, nosotros los pecadores, de todo lo celestial y lo terrenal,
ofrezcamos a Dios un suspiro pu-
acepta de los ángeles la alabanza
blicano, y prosternemos ante Él ‘tres veces Santo’, mas de nosotros
los humanos, un Triódion humilde

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y honorable. Por las intercesiones cantando: “Bendito eres Tú, Dios
de todos los santos milagrosos, Oh de nuestros padres.”
Cristo Dios, ten piedad de nosotros
Enseñando a Tus discípulos,
y sálvanos. Amén.
Oh Señor, anticipaste y les dijiste
O
que no sean de pensamientos alta-
DA SÉPTIMA
neros; Y les ordenaste asemejarse a
Cuando el fariseo se enalteció los humildes. Por lo tanto, nosotros
por las obras de justificación con el los fieles a Ti exclamamos, Oh Sal-
inmensurable orgullo, se desvió vador: “Bendito eres Tú, Dios de
por asociar la vanagloria de manera nuestros padres.”
repugnante; Más, el publicano se
Para la Soberana
enalteció sobre las alas ligeras de la
Te conocemos, Oh Inmacula-
humildad y se aproximó de Dios da, como la Belleza de Jacob, y la
acercándose.
Escalera Divina que antiguamente
El publicano usó la actitud de vio, extendida desde abajo hacia lo
la humildad como escalera, por la alto, descendiendo a Dios de lo alto
que se elevó a lo alto de los cielos; encarnándose y elevando a los
Más, el miserable fariseo, al enalte-
hombres también.
cerse con la ligereza de la altivez
vana, calló en lo profundo del in-
ODA OCTAVA
fierno.
Cuando el publicano suspiró
El engañador, quizás tendiere sumisamente, procuró la benevo-
trampa a los justos y los hubiere lencia de Dios y se salvó; Pero al
raptado por medio de la vana ala-
ensalzarse, enalteciéndose por su
banza; Más a los pecadores hubiere propia lengua y mala actitud, el
encadenado con las cadenas de la fariseo calló de la justicia, descen-
desesperación. Pero, vosotros, Oh diendo.
semejantes al publicano, apresuré-
Huyamos, Oh fieles de la jac-
monos para salvarnos de ambos tancioso intención del fariseo y de
vicios.
su pretensión de pureza, y semeje-
Venid, Oh fieles, prosternémo-
mos la sumisa voluntad del publi-
nos ante nuestro Dios con las ora-
cano y su humildad.
ciones, las lágrimas y los fervientes
Cantemos, Oh fieles, excla-
suspiros, semejando la humildad mando la entonación del publicano,
del publicano que eleva a lo alto, en el Templo Santo, diciendo:
“Perdónanos, Oh Dios nuestro, a

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nosotros pecadores.” Para que ob-
Despojémonos de la ignorancia
tengamos con él el perdón, y nos de magnificarse, obtengamos la
salvemos de
rectitud con voluntad humilde, y
la jactancia destructora del fariseo. no procuremos justificar a nosotros
mismos; Sino detestamos la altivez
Venid, semejemos todos noso-
de la vanagloria y supliquemos a
tros, el suspiro del publicano, y con Dios junto al publicano.
fervientes lágrimas hablemos a
Dios exclamándole: “¡Oh Amante
Ofrezcamos las súplicas como
de la humanidad, hemos pecado; gesto reconciliador publicano, refu-
Perdónanos, pues, Oh Piadoso tando las oraciones negadoras de la
Compasivo y sálvanos!”
gracia y las voces de altivez farisai-
ca, que causan la aflicción del pró-
Bendigamos al Padre, al Hijo y
al Espíritu Santo
jimo; Para suplicar la Luz que es el
Dios Compasivo.
Dios se había inclinado hacia el
publicano a causa de sus suspiros;
Me he sopesado con la carga
Y justificándole, enseñó a todos de de muchos pecados, y he sobrepa-
inclinarse siempre suplicando con sado al publicano con las innume-
las lágrimas y los suspiros la anula-
rables malicias; He poseído la
ción de los delitos.
altivez del fariseo muy orgulloso y
seco totalmente de todas las bon-
Para la Soberana
dades, Tenme piedad, pues, Oh Se-
No conozco la ayudo de otro ñor.
que a Ti, Oh Purísima Exenta de
toda mancha; Pues a Ti te llevo de
Haz dignos de Tu Bienaventu-
Intercesora, haciéndote mi Inter-
ranza, a los encontrado pobres del
mediara ante el Nacido de Ti; De-
espíritu, por causa Tuya, Oh Salva-
clárame, pues, liberado de todos los dor. Porque siendo guiados por Tu
que me angustian.
Precepto, Te ofrecemos un espíritu
contrito, Acéptalo, pues, y salva a
ODA NOVENA
los que Alaban.
Llevando a Cristo como ejem-
Cuando el publicano oró en el
plo para la salvación, es decir la templo, en un tiempo, purificado
humildad como camino hacia las por la fe, él ha sido justificado; Por-
alturas; Semejemos, la actitud del que al acercarse con los suspiros,
publicano y apartemos de nosotros lágrimas y corazón contrito, se qui-
la jactancia, suplicando siempre a tó, por la suplica, toda carga de los
Dios.
pecados.

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Para la Soberana
KATAVASÍA QUINTA
Oh Purísima, otórganos que te
Ilumina, con Tu Luz Divina,
alabemos debidamente, que te glo-
Oh Bondadoso, las almas de los
rificamos y bendigamos; A noso-
que con anhelo, de madrugada,
tros que Te engrandecemos y ante acuden a Ti; Para que Te conozcan,
Tu Alumbramiento nos postremos. Oh Verbo de Dios, a Ti Que eres el
Por-que Tú eres el orgullo de los Dios Verdadero, Que nos convoca
cristianos, Oh Única Bendita y
de las tinieblas de las transgresio-
muy aceptable Intercesora ante nes.
Dios.
KATAVASÍA SEXTA
LAS KATAVASÍAS
Oh Misericordiosísimo, desde
Si la fiesta de “La Candelaria” -la Presentación
que yo he visto la mar de la vida,
del Señor en el Templo- no ha sido despedida to-
turbada con la tempestad de las
davía, serán cantadas sus Katavasías, pero una
tentaciones, me apresuré a Tu Puer-
vez despedida la fiesta, serán cantadas las siguien-
tes en
to Tranquilo, exclamando: “Eleva
Tono Sexto
mi vida de la corrupción.”
KATAVASÍA PRIMERA
KATAVASÍA SÉPTIMA
Cuando Israel pasó, a pies, el
Por orden de Dios, el ángel
fondo del mar, como sobre tierra hizo que el horno rebosa rocío para
seca, y vio ahogándose, al tirano los varones piadosos; Y quemando
Faraón, exclamó diciendo: “Alabe-
a los caldeos, convenció al tirano a
mos a nuestro Dios, Porque Él ha exclamar diciendo: “Bendito eres
Triunfado.”
Tú, Oh Dios de nuestros padres.”
KATAVASÍA TERCERA
Alabemos, bendigamos y adoremos al
Ninguno es Santo como Tú,
Señor:
Señor Dios mío, Tú que has eleva-
KATAVASÍA OCTAVA
do el cuerno de los que creen en Ti,
De las llamas de fuego hiciste
Oh Bondadoso, y los has estableci-
brotar rocío para los piadosos, y
do sobre la roca de la fe en Ti.
con las aguas hiciste consumir el
K
sacrificio del justo; Pues todo lo
ATAVASÍA CUARTA
La Venerable Iglesia, celebra al haces por Tu Propia Voluntad, por
Señor con conciencia pura; Y como lo tanto, Te exaltamos, aún más,
es digno de Dios canta exclamando: por todos los siglos.
“Cristo es mi fortaleza, mi Señor y
Diácono o Sacerdote:
mi Dios.”
“A la Madre de Dios, Madre de la Luz,
con himnos honrémosle engrandeciendo”

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(Ver el Oficio de los Maitines)
“Oh más Honorable que los querubi-
nes…”
LAS MAGNIFICACIONES
(Lucas 1: 46 - 55)
Acogió a Israel, su siervo, acor-
Engrandece mi alma al Señor; dándose de la misericordia. Como
Y mi espíritu se alegra en Dios mi había anunciado a nuestros padres
Salvador. (46 - 47)
a favor de Abraham y de su linaje
Oh más Honorable que los por los siglos. (54 - 55)
querubines e incomparablemente,
“Oh más Honorable que los querubi-
más Gloriosa que los serafines; Tú
nes…”
que sin corrupción has dado a luz
KATAVASÍA NOVENA
al Verbo Dios; Verdaderamente
Dios, Que ningún humano
eres la Madre de Dios, a Ti magni-
puede ver y las huestes angelicales
ficamos.
no pueden contemplar; Por medio
Que se repite detrás de cada uno de los siguientes
tuyo, Oh Purísima, fue visto entre
versículos:
los hombre como Verbo encarnado.
Porque ha puesto los ojos en la Por consiguiente, junto a los ejérci-
humildad de Su esclava; Por eso tos celestiales Le engrandecemos y
desde ahora todas las generaciones a Ti magnificamos.
me llamarán bienaventurada. (48)
“Oh más Honorable que los querubi-
LA PEQUEÑA LETANÍA
nes…”
(Ver el Oficio de los Maitines)
Porque ha hecho en mí favor
Y después de la exclamación del Sacerdote:
maravillas el Poderoso; Santo es Su “Porque a Ti alaban todos lo poderes...”
Nombre. Y su Misericordia alcanza
Coro:
de generación en generación a los
Santo es el Señor, nuestro Dios.
(Tres veces)
que le temen. (49 - 50)
Exaltad al Señor nuestro Dios. Postraos
“Oh más Honorable que los querubi-
ante Su (Pedestal o Monte Santo), Santo
nes…”
es el Señor, nuestro Dios. (Salmo 98 “99”:9)
Desplegó la fuerza de Su Bra-
EXAPOSTELARIÓN
zo; Dispersó a los que son sober-
Primero se canta el Exapostelarión según la Eoti-
bios en su propio corazón. (51)
na indicada, en el Tono Segundo.
“Oh más Honorable que los querubi-
(Ver sector Eotinas al final del libro)
nes…”
Luego los siguientes para el Triódion
Derribó a lo potentados de sus
Tono Segundo
tronos y exaltó a los humildes. A
¡Huyamos de la soberbia mala
los hambrientos colmó de bienes; Y del fariseo, y aprendamos la
despidió a los ricos sin nada. (52 - 53)
humildad buena del publicano! Pa-

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ra que podamos elevarnos con él, Y los siguientes Stíjos con Cuatro Estijéras
exclamando, a Dios: “Perdónanos,
para la Resurrección
a nosotros Tus siervos, Oh Cristo
1- Esta gloria es para todos Sus justos.
Salvador, Tú que, por nosotros, na-
2- Alabad a Dios en Su Santuario,
ciste de la Virgen, soportaste la alabadle en el firmamento de Su Fuerza.
(Salmo 150: 1)
Cruz voluntariamente y resucitaste
3- Alabadle por Sus Grandes Hazañas,
al mundo contigo por Tu Poder Di-
alabadle por Su Inmensa Grandeza.
vino.”
(Ídem. 2)
Para la Soberana
4- Alabadle con clangor de cuernos,
alabadle con arpa y con citara.
De Tu Vientre Purísimo, Oh
(Ídem. 3)
Madre de Dios Alabadísima, el
Y estas Idiomálatas del Triódion
Dios y Creador de todos, tomo para
Sí cuerpo humano y renovó mi na-
Tono Primero
turaleza corrompida enteramente,
5- Alabadle con tamboril y danza,
alabadle con laúd y flauta.
conservándote, así como Tú has
(Ídem: 4 - 5)
sido antes del alumbramiento. Por
No oremos, hermanos, como el
consiguiente, todos nosotros, con fariseo, porque aquel que se ensal-
fe, Te alabamos exclamando: “¡Sal-
za será humillado. Humillémonos
ve, Oh gloria y honor del mundo!”
pues ante Dios sometiéndonos; Y
exclamémosle por medio del ayu-
EL AÍNOS
no, como el publicano, diciendo:
“Las Alabanzas”
“Perdónanos Oh Dios, a nosotros
Serán retenidos Ocho Stíjos y serán cantadas
Cuatro Estijéras para la Resurrección, los pecadores.”
y Cuatro Idiomálatas del Triódion.
6- Alabadle con címbralos sonoros,
Nótese que aquí sigamos el Libro del Triódion
alabadle con címbalos de aclamación.
que está repitiendo las dos primeras de las Víspe-
¡Todo cuanto respira alabe al Señor!
ras.
(Ídem. 5 - 6)
¡Oh Único Soberano! Cuando
Según el Tono de la Resurrección
se acercaron a Ti; El fariseo, venci-
Todo lo que respira alabe al do por la vanagloria y el publicano
Señor. (Salmo 150: 6) Alabad al Señor doblegándose por el arrepenti-
desde los cielos; Alabadle en las miento; El uno al enorgullecerse
alturas. (Salmo 148:1) A Ti es debida la fue privado de todos los bienes; Y
alabanza, Oh Dios. (Salmo 65:1)
el otro, por su silencio, mereció los
Alabadle, vosotros todos sus dones. ¡Confírmame, pues, con es-
ángeles; Alabadle, vosotros todos tos suspiros, Oh Cristo Dios, como
sus poderes. (Salmo 148: 2) A Ti es debi-
eres Amante de la humanidad!
da la alabanza, Oh Dios. (Salmo 65: 1)

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EL TRIÓDION - 1ER. DOMINGO - DOMINGO DEL FARISEO Y EL PUBLICANO

Tono Tercero
Ahora… - Tono Segundo
7- ¡Levántate, Señor, alza Tu Mano, Oh
Tú excedes todas las bendicio-
Dios! ¡No Te olvides de los desdichados! nes, Oh Virgen Madre de Dios.
(Salmo 10: 12)
Habiendo conocido, la diferen-
Porque el infierno ha sido cautiva-
cia establecida entre el fariseo y el do por Él que nació de Ti; Adán ha
publicano, aborrece, alma mía, el sido llamado nuevamente; La mal-
tono de aquel soberbio y semeja a dición desapareció; Eva está libera-
éste en la humilde buena oración, da; La muerte es vencida y
exclamando: “¡Perdóname, Oh nosotros vivificados. Por esto ala-
Dios, y ten piedad de mí, yo peca-
bamos exclamando: “Bendito eres
dor!”
Tú, Oh Cristo nuestro Dios, porque
así Te complaciste, gloria a Ti”.
8- Te doy gracias, Señor, de todo corazón,

cantaré todas Tus Maravillas.
LA DOXOLOGÍA
(Salmo 9: 2)
Aborrecemos, files, el tono so-
(Ver el Oficio de los Maitines)
berbio del fariseo, y asemejemos al
Tropario - Tono Cuarto
publicano en la humilde buena
Hoy aconteció la Salvación
oración. No nos ensalcemos con para el mundo; Alabemos, pues, al
nuestros pensamientos, sino reba-
que resucitó del sepulcro, la primi-
jémonos exclamando con humil-
cia de nuestra vida. Porque destru-
dad: “¡Perdónanos nuestros
yendo la muerte por la muerte, nos
pecados, Oh Dios nuestro!”
otorgó la victoria y la gran miseri-
Gloria… - Tono Octavo
cordia.
Reprochaste, Oh Señor, al fari-
seo, cuando justificó a sí mismo,

orgulloso por sus obras; Y justifi-
caste al publicano que, con suspiros
DIVINA LITURGIA
y mucha humildad, se acercó supli-
En la Divina Liturgia se cantan los Salmos
Típicos la Oda Sexta del Octoijós y del Trió-
cando el perdón. Porque, Tú no
dion:
aceptas los pensamientos enalteci-
El fariseo y el publicano lucha-
dos y no rechazas los corazones ron juntos en el campo de la vida.
contritos. Por lo tanto, con humil-
El uno, al retirarse por la ignoran-
dad nos arrodillamos ante Ti, Tú cia y la necedad, se hundió horren-
que sufriste la Pasión por nosotros, damente; Y el otro, por la humildad
concédenos, pues, el perdón y la se salvó confiado.
gran misericordia.

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EL TRIÓDION - 1ER. DOMINGO - DOMINGO DEL FARISEO Y EL PUBLICANO

transitemos el camino de la
3- Kontakión - Tono Cuarto
vida en la piedad, semejemos los
Huyamos de las palabras del
pensamientos del publicano, que Fariseo orgulloso; Y con los suspi-
son dignos de imitar; Y huyamos ros aprendamos la humildad del
escapando de la altanería rechaza-
Publicano, exclamando al Salvador:
ble del fariseo, para vivir eterna-
“Perdónanos, Tú que eres la Única
mente.
Verdadera Reconciliación”
Semejemos la actitud de Jesús
LAS LECTURAS SAGRADAS
el Salvador y Su Humildad, noso-
P
tros los que deseamos obtener el
ROKÍMENON – Tono Octavo
júbilo sin fin y privilegio de habitar Haced votos y cumplidlos al Señor,
en la morada de los vivientes.
vuestro Dios. (Salmo 75 ‘76’ 12a)
(Stíjo) En Judá Dios es conocido,
Cuando Te ceñiste con una
grande es su nombre en Israel. (Í-
toalla y lavaste los pies de Tus dis-
dem.:2)
cípulos puros, les aclaraste la altura
LA EPÍSTOLA
de la humildad, y les enseñaste en Lectura de la Segunda Carta del Apóstol
equiparar esta virtud.
San Pablo a su discípulo Timoteo
Gloria...
[2ª Timoteo 3: 10 - 15]
El fariseo, con las virtudes pa-
10Tú, en cambio, --Hijo mío,
só su vida; Y el publicano con las Timoteo--, me has seguido asidua-
iniquidades. Aquel recibió el des-
mente en mis enseñanzas, conduc-
precio de recompensa por la alti-
ta, planes, fe, paciencia, caridad,
vez; Y éste, al manifestarse de constancia; 11En mis persecuciones
humilde voluntad ha sido enalteci-
y sufrimientos, como los que sopor-
do.
té en Antioquía, en Iconio, en Lis-
Ahora... - Para la Soberana
tra. ¡Qué persecuciones hube de
Cuando, en la inocencia des-
sufrir! Y de todas me libró el Señor.
nudo nací, y sin falsedad anduve; 12Y todos los que quieran vivir pia-
El enemigo me vistió de la maldad, dosamente en Cristo Jesús, sufrirán
la astucia y la densidad de cuerpo; persecuciones. 13En cambio los ma-
Pero ahora, por Ti, Oh Doncella, los y embaucadores irán de mal en
seré salvado.
peor, serán seductores y a la vez
seducidos. 14Tú, en cambio, perse-
TROPARIOS
vera en lo que aprendiste y en lo
1- Del Tono de la Resurrección
que creíste, teniendo presente de
2- Del Santo Patrono del Templo
quiénes lo ap-rendiste, 15y que des-

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de niño conoces las sagradas letras, será humillado; Y el que se humille
que pueden darte la sabiduría que será ensalzado.”
lleva a la salvación mediante la fe Después de la lectura del Santo Evange-
en Cristo Jesús.
lio: El resto de la Divina Liturgia de
Después de la lectura de la Epístola, se canta el
San Juan Crisóstomo
Aleluya - Tono Octavo
Verdaderamente es digno y
Venid, cantemos gozosos al Señor.
debido que Te celebremos, Oh Ma-
(Salmo 94 ‘95’: 1a)
Con acciones de gracias vayamos
dre de Dios, Siempre Bienaventu-
ante Él.
rada y exenta de toda mancha, la
(Ídem. 2a)
Madre de nuestro Dios. Y segui-
EL SANTO EVANGELIO
mos con
Lectura del Santo Evangelio según San
Oh más Honorable que los
Lucas
querubines e incomparablemente,
[Lucas 18: 10 - 14]
más Gloriosa que los serafines; Tú
Atendamos: Dijo el Señor esta que sin corrupción has dado a luz
Parábola: “10Dos hombres subieron al Verbo Dios; Verdaderamente
al Templo a orar; Uno fariseo, otro eres la Madre de Dios, a Ti magni-
publicano. 11El fariseo, de pie, ora-
ficamos.
ba en su interior de esta manera:
‘¡Oh Dios! Te doy gracias porque
Quenenikón
no soy como los demás hombres,
“Alabad al Señor desde los cielos, ala-
badle en las alturas. Aleluya.”
rapaces, injustos, adúlteros, ni
tampoco como este publicano. “Hemos visto la verdadera Luz, hemos
recibido al Espíritu Celestial y hemos
12Ayuno dos veces por semana, doy
encontrado la verdadera fe; Adoremos a
el diezmo de todas mis ganancias.’
la Trinidad Indivisible, porque Ella nos
13En cambio, el publicano, mante-
ha salvado.”
niéndose a distancia, no se atrevía “Bendito sea el Nombre del Señor, desde
ni alzar los ojos al cielo, sino que se
ahora y hasta el fin de los siglos.”
golpeaba el pecho, diciendo: ‘¡Oh
(Tres veces)
Dios! ¡Ten compasión de mí, que
APÓLISIS
soy pecador!’ 14Os digo que éste
La clausura de la Liturgia
bajó a su casa justificado y aquél Es el común de los domingos, si no una fiesta
no. Porque todo el que se ensalce
del Señor; Etc.



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